viernes, 16 de octubre de 2015

Video.En busca del combate olvidado del karate.

   EL SILENCIO TAMBIEN HABLA.
Félix Bargados.
Félix Bargados Díaz

Somos hijos de nuestros errores, así como de  nuestras verdades.  Sean estas de intelección propia, o de la comprensión transmitida de nuestros predecesores.

Los mundos interiores propios que el hombre edifica a través del COMPRENDER, conducen a modificar el mundo exterior de todos,  a  través del DECIR y del HACER.

La COMPRENSION aquí vertida, trata sobre la dimensión perdida del karate, aspecto sin el cual carece de coherencia la supervivencia conjunta del KATA y del KUMITE actuales. Salvo que el pretendido o inconsciente objetivo sea la estética del KATA, por un lado, y el sentido estratégico del oportunismo y el punto del KUMITE, por el otro, en provecho de un marco competitivo, o si acaso, gimnástico. Que también es muy loable.

Los KATAS modernos han sido re-diseñados a principios del S.XX, en un escenario marcado por principios ornamentales y de adoración a esquematismos geométricos, de dinámica atlética “in extremis”, azuzados por el “efecto espectador”.
Nota.- El kihon y los kumite convencionales, son una prolongación de las mismas ideas.
En un terreno nada próximo y muy distinto, el SHIAI-KUMITE, diseñado sobre 1.950 tomando como base el jiyu-ippon-kumite (1.935), nace como producto de intercambios pugilísticos occidentales, sobre principios del “tocar y no ser tocado”, al filo de la navaja entre la distancia lejana y la propia del impacto (MA).

Pero así como coronarse de brocados de oro no disimula el yerro; ni la belleza del KATA, ni la eficacia del SHIAI pueden ocultar lo que nos falta: la forma de combate genuina (TEGUMI), co-extensa con el kata fundacional, como reproducción exacta de un modelo de combate en distancia “próxima” (TE-NO-TE). Donde la perfecta conexión de manos pegajosas, posibilitó que todas las técnicas de los katas tuvieran un día, su hábitat natural y su correcto desenvolvimiento en situaciones que les son propias: golpes, empujones, tirones, agarres…con sentido de flujo continuo. Así es como posturas de apariencia estrambótica en bunkai y que naufragan en shiai, son ahora operativas; o lo que es más, tan singulares como exclusivas en ese contexto.

Así como tener los pies bien puestos en el suelo, me hace consciente de que esos tesoros ancestrales ya nunca tendrán aceptación popular; también mirar a las “estrellas” me crea expectativas ¡de que sí! Sí puede renacer, en la privacidad de algún experto, lejos de la estulticia de lo profano. Porque tan bien sabido como aceptado es, que el karate tiene su amplio futuro deportivo bien trazado a base de antorchas olímpicas, sustitutorias del fuego marcial que fue en su momento de mayor gloria.

Siendo consciente de la certeza de la ineluctable realidad ¿Qué me mueve a compartir los  tesoros perdidos del karate fundacional?

En cuanto al hacer se refiere, mi satisfacción es el disfrute que algún estudiante venidero obtenga de estos conocimientos. Porque los hombres  compartimos el conocimiento, no exactamente como una tarta se reparte, sino como la alegría se reparte: cuanto más se reparte, más se tiene.

En cuanto al DECIR ¿Qué debo decir tanto de la obliteración de los conocimientos originales, como de las mixtificación del KATA moderno que muestra su doble cara de incoherencia con el KUMITE?
Pues…así como al hablar decimos lo que nos interesa decir, mientras silenciamos el resto, quizá lo más. Hay cosas que se pueden decir sin decir, porque el silencio se encarga del verdadero decir.
Así que por el momento, sólo puedo decir sin decir que, quizá…nuestra gregaria sociedad que se debate en el eterno dilema entre convicciones (ética) e intereses (política), se desarrolla en base a que unas cosas se ELIJAN y otras se DESIGNEN.

Ahora…llega el precioso momento entre un pastel, y el momento en que se destapa el pastel. Disfruten del vídeo, apto sólo para entendimientos que bullen fuera del prisma del karate ordinario.

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